“IMPORTANCIA DE LA ENSEÑANZA DE LA EDUCACIÓN SEXUAL EN EL AULA”

Daniela Sanhueza Fredes

Abstract.

The human sexuality is a characteristic that defines us as persons and that therefore, it constitutes an important part of our integrity.
For such a motive, it is necessary to educate early the persons in this area to consolidate a formation adapted in sexuality.
Key words: sexualidad, educar, responsabilidad, libertad, respeto, conciencia, educandos, condición sexual, valores, moral.


La sexualidad es un elemento básico de la personalidad que nos constituye como hombres o mujeres y nos permite sentir, expresarnos, interactuar y amar. En este sentido, la educación sexual es fundamental para el desarrollo de una niña o un niño.

La "Sexualidad" como componente de la personalidad humana, involucra no tan sólo aspectos biológicos, sino también psicológicos, sociales, culturales, morales, religiosos y aún económicos. La sexualidad no puede entenderse, independiente de principios éticos, morales y religiosos, característicos de una determinada cultura.

Según lo que plantea Germán Jara la sexualidad representa un lenguaje de amor, que permite la comunicación afectiva y física entre dos sujetos humanos, y por otra, que somos sexuados desde que nacemos, viviéndola diariamente en todas nuestras acciones y de forma diferente a lo largo de nuestra vida, es razonable sostener entonces, que ella es factible de "aprender, perfeccionar, manejar y orientar", es decir, desarrollar conductas entendidas como expresión visible de "actitudes y valores", que permitan un comportamiento sexual basado en una determinación personal inteligente, libre y voluntaria.
La preocupación profunda del proceso educativo debiera estar encaminada por la búsqueda de identidad del ser humano y la identidad sexual es parte de esta búsqueda. El objetivo esencial debiera ser desarrollar en la persona la capacidad de relación, la capacidad de comunicación, de expresión de sentimientos, el desarrollo de la autoestima, etc., cuestiones fundamentales que muchas veces están ausentes, más bien se piensa en hacer Educación de la Sexualidad respecto a situaciones o problemas concretos, el embarazo adolescente, por ejemplo, no se piensa en la Educación de la Sexualidad orientada en el derecho de todo ser humano a ser feliz.
Actualmente, la enseñanza de la sexualidad, en la educación de nuestro país, ya no es una incógnita, puesto que es un tema que debe ser tratado en las aulas a temprana edad dado los acelerados cambios que experimenta la sociedad en las personas.

La mentalidad de los niños y jóvenes, en comparación con sus pares de hace veinte años atrás, es mucho más abierta y carente de prejuicios. Como consecuencia, se tienen altos índices de embarazos adolescentes, puesto que no se toman las medidas ni la orientación y/o educación adecuada para evitarlos. Aquí, entra en juego entonces, el sentido y derecho a la vida, porque se toman decisiones indebidas por temor, inseguridad, rechazo, etc.

Resulta difícil mencionar las múltiples consecuencias que causa la falta de educación sexual de nuestra generación joven. En un esfuerzo sintetizador se puede decir que esta situación genera riesgos biológicos, sicológicos y sociales, no sólo en los adolescentes mismos, sino también en sus eventuales hijos y en su grupo familiar.

Entre los riesgos biológicos más importantes están el aborto y las enfermedades de transmisión sexual. También se sabe que existe una edad óptima en la mujer para la reproducción, que comienza después de los 18 años; los embarazos que ocurren antes de esta edad representan un riesgo biológico, tanto para la madre como para el hijo.

El número de abortos provocados antes de los 19 años de edad ha aumentado significativamente en los últimos cinco años. En nuestro país la información que se tiene al respecto es parcial ya que, siendo ilegal su práctica, los datos se refieren sólo a las hospitalizaciones por las complicaciones del aborto séptico. Aproximadamente una de cada diez mujeres hospitalizadas por esta causa son menores de 20 años y se calculan más de 4.000 abortos al año en este grupo etario.

Sin duda que el embarazo no deseado es uno de los problemas más frecuentes, derivados en parte importante del desconocimiento que existe en los adolescentes al respecto.
El embarazo en adolescentes es considerado un problema emergente de salud pública y constituye, además, un problema social, por las graves consecuencias médicas, psicológicas, económicas y demográficas que provoca. A esto se suma no sólo su incidencia creciente sino, además, el hecho que ocurra a edades cada vez más tempranas. Las tasas de fecundidad han bajado en todos los grupos etarios, excepto en las mujeres adolescentes.

Las consecuencias psicológicas del fenómeno que nos preocupa afectan en mayor o menor grado a la madre como, eventualmente, al hijo. Por otra parte están los sentimientos de culpa generados a veces por no desear tener un hijo o por el rechazo de sus padres u otras personas cercanas. Cuando la adolescente es obligada a abortar, las complicaciones siquiátricas pueden derivar en una neurosis de angustia o depresiva. Otra posibilidad es que sea recluida durante todo su embarazo y sólo después de entregar al recién nacido para adopción, recupere su libertad. También puede ocurrir que ambos adolescentes sean obligados a contraer matrimonio y ha seguir viviendo cada uno con sus padres o, dependiendo de la edad y de la situación económica de sus familiares de origen, se puedan instalar a vivir en forma independiente. En ambos casos lo habitual es que esto les acarree la necesidad de asumir un rol que los supera con creces y por ende se constituya en una severa fuente de estrés.

Por lo anterior, se hace imprescindible educar a nuestros alumnos desde temprana edad en educación sexual, siendo preciso que tanto de padres y educadores, estemos preparados para responder de forma clara, sencilla y cercana a las dudas de nuestros niños, dentro de un marco de confianza, respeto y amor.

Si bien, los primeros educadores son los padres, existe una cierta tendencia de éstos a evitar este tipo de temas, ya sea por vergüenza, incomodidad o simplemente, la falta de actitud para enfrentarse a situaciones de tal envergadura. Una modalidad destacable para llevar a cabo en los establecimientos educacionales, en relación a este tema, es la realización de talleres de educación sexual, en los que participen padres e hijos, creando así las instancias de diálogo que no existen en las familias en torno a la sexualidad. Esto no quiere decir, que se delegue toda la responsabilidad a los colegios para educar sexualmente a los estudiantes, sino más bien se abre una vía de conexión entre los propios alumnos y sus padres.

Entonces, este tema le corresponde fuertemente al núcleo familiar, en el sentido de ayudar a que el adolescente vaya encontrando su identidad. Hay quienes sostienen erróneamente, que los padres no están preparados para esto, y que por problemas de eficiencia y resultados rápidos se debe transmitir este rol exclusivamente a la escuela, pero esto no implica que la familia lo asuma. No obstante, es de suma importancia actuar sobre la familia, para que recupere su fuerza educativa, aunque es más complejo que capacitar a los profesores.
Ahora bien, los profesores tienen un rol tremendamente importante, porque la sociedad les ha dado la tarea de ser los agentes educativos por excelencia. La escuela puede sistematizar una información que hay que entregar progresivamente, tiene en esto más posibilidades pedagógicas que la familia, puede proponer objetivos muy claros y precisos, puede proponer proyectos, puede posibilitar que grupos de pares discutan y analicen sus vivencias y puede provocar encuentros generacionales, de padres e hijos.


Primer Sub-tema:

“La enseñanza de la sexualidad en establecimientos educacionales laicos”

Los programas de enseñanza en el ámbito de sexualidad en los colegios o liceos laicos se centran, primordialmente, en el desarrollo social que puedan tener los alumnos. Para ello, se aplican talleres en los cuales se enseña el cómo se debe vivir la sexualidad en la sociedad acorde a la edad de las personas. Además, en este tipo de establecimiento educacional, se establecen diálogos en los que cada alumno habla de su experiencia sexual, problemas que los aquejen en este sentido, buscando posibles soluciones y la orientación pertinente.

En concreto, el objetivo primordial es ayudar a los educandos a que puedan vivir su sexualidad libremente, respetando cada uno de sus valores. El valor que más prima es el respeto y el apoyo a la libertad sexual, ya que a los educandos no se les inculca reprimir su condición sexual sino de que sean libres pero conscientes. En los talleres se entregan herramientas para que los alumnos puedan saber a qué atenerse frente a determinadas situaciones.

Por ejemplo, un alumno puede contarle a su profesor que es homosexual o gay, que se enamoró de su compañero y no sabe qué hacer, el docente lo ayuda a reflexionar y educarlo para que el pueda mantener buenas relaciones con todos sus pares y que nadie se burle de él o de otros.

Entonces en los liceos o colegios laicos, se educa sobre la sexualidad, de manera que tanto los alumnos como los profesores puedan mantener buenas relaciones humanas y que nadie pase a llevar al otro, teniendo como valor primordial el desarrollo de la sexualidad de manera libre y respetuosa sin que ningún alumno o profesor frustre la sexualidad de otros.

Es importante destacar que en estos establecimientos y también en otros, centra su atención en formar en los estudiantes una visión critica de sus vidas, claridad en sus metas, intereses, sentimientos y pensamientos, tratando de hacer que sean capaces de descubrir sus propios valores, el valor a la vida, al amor de pareja, a la integridad humana, a la felicidad etc. Por lo tanto, los talleres que se están aplicando en la educación de carácter laico, ayuda al alumno para que sea autónomo en su sexualidad, pero que trate de ser responsable, ya que uno de los grandes problemas de la sociedad hoy en día, son los embarazos y las enfermedades no deseadas.

Sub-tema 2

“Enseñanza de la sexualidad en los colegios religiosos (católicos)”

Hace 50 años la sexualidad era un tabú para la sociedad y la Iglesia no estaba de acuerdo en hablar de esto, transmitiendo la responsabilidad de abordar el asunto a los padres. Esta postura ha ido evolucionando, y el evolucionar es signo de estar vivo; lo que no significa que la Iglesia haya cambiado sus criterios, pero sí el método y el modo de transmitir esos criterios, que para los como cristianos son válidos, son los grandes principios, los grandes valores, son como llevar a la práctica hoy los valores que Jesús nos enseñó, cómo traducirlos en la vida familiar, en la vida social, y también en el terreno de la sexualidad.

En los establecimientos educacionales católicos, el enfoque, sin duda, suele ser diferente a los establecimientos laicos, puesto que se otorga real importancia a los valores y a la moral.

Los talleres de sexualidad en algunos colegios católicos no se establecen por temor a contradecir lo propuesto por la Iglesia Católica. Sin embargo, está disponible la guía y orientación necesaria en sexualidad a través de la asignatura de religión donde se educa sobre los valores cristianos. La perspectiva considerada para tratar la sexualidad es netamente moral. Lo importante es cuidar el cuerpo, tratar de no hacer de él un símbolo sexual o erótico, ya que para Dios el cuerpo es sagrado, símbolo de respeto y no debe ser mal usado. En los colegios católicos se inculca el valor a la virginidad o sea la castidad o conservación hasta el matrimonio, entonces el valor moral es no mantener relaciones sexuales antes de casarse, por lo que los alumnos o personas deben respetar el valor y quien va en contra de eso es inmoral y corrupto.

Desde el punto de vista de Ética cristiana, entre los criterios implicados en la educación sexual de estudiantes de colegios católicos, se considera el amor. En esta tarea del autoconocimiento, de aprender a convivir con los demás, el amor se plantea como el gran criterio, que significa respeto por uno mismo y por el otro, aceptación profunda, desear el bien, aprender a estar con la otra persona, a gozar juntos sin utilizar al otro. El Amor es la clave que va dando significado a los gestos concretos. Por ejemplo, en la relación hombre-mujer, el machismo, la falta de respeto a la mujer, le hace daño a ella y entonces al hombre; otro ejemplo es la relación sexual, que para la ética cristiana es el gesto supremo del amor entre mujer y hombre, no hay un gesto de mayor entrega, por lo tanto hay que estar muy seguro para realizarlo, si no es así es una mentira, es como firmar un cheque sin fondos. En la sexualidad es importante no traicionarse, porque es un campo donde es muy fácil engañarse, confundir "me gustas" con "te amo"; en castellano es muy clara la diferencia, en el "me gustas" el sujeto soy yo, en el "te amo" el sujeto es el tú, son cosas distintas.

En cuanto a los contenido tratados en estos colegios se incluyen cuatro contenidos: primero, un contenido biológico, es muy importante que la mujer y el hombre se conozcan a si mismos. Parece tan obvio y no lo es, porque hay jóvenes que no conocen su cuerpo, lo que es una falta de responsabilidad con la propia sexualidad; esto nos conduce de inmediato a lo psicológico: para nosotros, los seres humanos, la sexualidad no es instinto, si así lo fuera, no se necesitaría educación, sería estímulo-respuesta, como en el mundo animal. El cómo se asume la sexualidad, el propio cuerpo, etc., puede hacernos crecer o puede acarrearnos problemas y trancas. Un tercer contenido es el cultural, es decir, cómo la sexualidad se expresa según la cultura, preguntarse por qué se hacen ciertas cosas, lo que tiene que ver con el desarrollo de la crítica también, con plantearnos críticamente frente a la cultura. La cuarta parte es lo filosófico, es decir, pensar sobre mi sexualidad, y cuando lo hacemos la tendencia es a hablar en poesía o en grosería, sin ninguna naturalidad.

Aclarados estos contenidos, se entra en la quinta parte, que es la Ética. Esta sexualidad. La sexualidad en sí misma es un dato, un buen dato, que puede ser ocasión de crecimiento o de no-crecimiento. Cómo manejarlo es la labor de toda una vida, es una tarea, un desafío, por eso es necesaria la ética. Y ésta es la razón de por qué la Iglesia se "mete" en esto.



Conclusiones:

Indiscutiblemente, problemas tales como el del aborto, el embarazo adolescente, el de las madres solteras, el de las enfermedades de transmisión sexual, el del SIDA, etc., derivan finalmente, al ser tratados, en la grave falta de una adecuada educación sexual en nuestro medio.
Y este asunto, el de la educación sexual, no es simple ni mucho menos. Hoy en día, nos vemos rápidamente enfrentados a poderosos obstáculos que inhiben la formación sexual de nuestros alumnos: el temor, la falta de preparación, los prejuicios. En ello coinciden los especialistas del tema. Así como coinciden en la urgente necesidad de superar la carencia.
El bombardeo de los medios de comunicación, que muestran experiencias de otras culturas y eliminan los muros de lo privado y lo público, enseñan informalmente a los jóvenes sobre la sexualidad, y no siempre positivamente. Sin embargo, la necesaria orientación familiar y escolar al respecto se muestra insuficiente aún.
Por lo tanto, y de acuerdo a las experiencias que hay, es relevante dar respuesta a las grandes preguntas que los niños y adolescentes se hacen acerca de la sexualidad, es decir, lo que se preguntan en el plano de la identidad y la afectividad, más que en el plano de la biología.
La Educación de la sexualidad debiera abordar las tremendas inquietudes que tienen los jóvenes explicando los hechos y situaciones tal como son, dando la orientación que necesitan para que ellos vayan encontrando sus propias respuestas. Se debe ayudarlos en la búsqueda de caminos, brindar la información apropiada no sólo en términos biológicos sino también hablar del encuentro sexual como experiencia placentera que contribuye al desarrollo integral de las personas.


Bibliografía

Caffarra Carlo; Sexualidad a la luz e la antropóloga y de la Biblia; Madrid; Editorial Rialp S.A.; España; año 1990

Fernández L, Bustos L, González L, Palma D, Villagrán J, Muñoz S. Creencias, actitudes y conocimientos en educación sexual. Rev Méd Chile 2000; 128: 574-83.

López Sánchez Félix; Educación sexual de los adolescentes y jóvenes; Primera edición; Madrid; Editorial Siglo veintiuno de España; Año 1995



Linkcografía

www.vidahumana.org/vidafam/edusex_castidad.html